jueves, 25 de julio de 2013

La belleza única de las secuoyas de La Sagra.








Totalmente pasmados… es el término adecuado para representar el rostro de los miles de visitantes que concurren año a año para observar los bosques de secuoyas, denominadas popularmente como “Mariantonias” – su nombre fue dado por el Duque de Wellington, que fue quien trajo las Sequoias a Europa, del nombre del duque derivó a “Welingtonias” y de ahí a Mariantonias.
Este paseo transcurre en el paraje de la Losa, en el municipio de Huéscar, provincia de Granada. Solo visitando el lugar se puede tomar dimensión de las espectacularidades del entorno y de ésta especie arbórea que puede llegar alcanzar hasta cien metros de altura y mas impresionante aun…los miles de años que cargan de vida.
Las famosas secuoyas granadinas están localizadas en la Sierra de la Sagra en el Cortijo de la Losa, unas crecen dentro del recinto que es propiedad privada y otras fuera. Se las puede observar tranquilamente al lado de la carretera que transcurre desde Huéscar a Santiago de la Espada.                        
Para poder ingresar a ver las Mariantonias del Cortijo hay que pedir permiso con antelación. Los ejemplares mejor conservados se encuentran dentro de la finca, propiedad del barón de Bellpuig. Las demás que crecen fuera del cortijo y se encuentran valladas para protección.
Estas magníficas secuoyas se plantaron según estimaciones a principios del siglo XIX, donde los antiguos dueños de la finca eran los marqueses de Corvera. Se cree que los árboles fueron un regalo.




De excursión por la belleza única de las secuoyas granadinas
Es de público conocimiento que para rodear el tronco de algunas de estas Mariantonias hay que juntarse hasta cinco personas… realmente impresionan. Tras la visita se puede seguir la excursión por la Sagra, montaña de 2.383 metros de altitud, y luego conocer el Santuario de las Santas Patronas Alodía y Nunilón.
Desde las secuoyas se continúa hacia el cruce que lleva a la Puebla de Don Fadrique, donde se puede degustar un exquisito cordero segureño en el restaurante Los Collados. Luego se puede optar por continuar hasta el camino de Huéscar, donde se puede conocer la Piedra del Letrero, donde impresionantes pinturas rupestres de gran valor declaradas Patrimonio de la Humanidad, se exponen al visitante.

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